
"Lasciate ogne speranza, voi ch'intrate"
Como tomar una pequeña pildora alucinógena.
Una pildora especial, capáz de alejarte de toda tu miseria, física y espiritual. Material e Intelectual. La miseria es miseria al cabo y como una larva anida y devora todo lo que se posée o se puede llegar a poseér. O lo que se crée poseér...
No, eso no posée larva... La larva eres tu mismo que al encontrar una bella pieza de ébano del más puro, ansías deleitarte de su aroma y hacerlo tu perfume personal. De su superficie bendita por los dioses tornárla en el deléite de los ángeles de tu corazón. Todo para ti... y como la larva que eres lo devoras, lo corróes...
Lo haces tuyo entre tus informes dientes de gusano...
Las lagrimas caen en silencio y en absoluta invisibilidad, como un secreto que no será jamás revelado. Como un verso que jamás admitirá su raíz en el mundo de lo tangible. Y morirá en el más seco de los desiertos del espiritu humano. Olvidado por siempre jamás en los altares pantanosos de ultrajadas nereidas. Dejado sobre la tumba de un viejo rey como una bella roca negra.
Llamo a la noche a que me de fuerzas para ver con mis ojos mis verdaderos sofocados reinos áridos en añejas ventíscas sepia. Pues la fiereza se ausenta cuando el corazón late nuevamente en estos océanos de amarga absénta.
Yo te escribo esta noche larva de la estática pena y la constánte apatía.
Te escribo para que me abandones para siempre.
Y me dejes en este ruidoso silencio soportar aguerrido mis estúpidas heridas.
No seré tu crisálida o querida larva mía. Pues tu alimento es mi pira interior.
Y mis lagrimas cristalizadas tu sazón.
Te escribo y te dejo atrás.
Yo soy la serpiente que se traga, reguirgíta, denuevo traga y digiere a la gorda larva rellena de mi coagulada sangre.
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