
No imaginas cuantas noches sin Luna busqué...
No imaginas cuantas tardes sin lluvia añoré...
No imaginas sobre cuantos desiertos sin dunas, sin un nombre ni una causa caminé...
No imaginas cuantos días sin Sol en mi vigil tormenta soporté.
Eones de sueños apagados, fumigados con una sola de tus miradas...
Inmensas legiones de oscuros demonios purgadas por la pureza de los rayos del Sol que habita en tu sonrisa.
Avatar de la Luna que viajas hasta mi.
Me elevas tan alto, que soy incapaz de distinguir el suelo del cielo...
Me sostienes en tus zarpas, con la fuerza de los océanos...
Me devoras con ansias depredadoras... me revitalizas como una fuerza Omnipotente y abrasadora.
Y en esos momentos me siento ínfimo por no dejar fluir las vertientes de la creatividad en honor a tu poderosa belleza.
Mas sonrío en vuestros eternos vendavales, pues se me azota con violencia en los confines insondables de la Naturaleza, mientras soy amo y poseedor de la absoluta certeza de que me revelo ante sus tenebrosos designios de Imperatrix Tempesta...
Elevándome en la serpiente que se alimenta de mis infiernos.
Elevándome sobre esta, de tu mano... hasta el cosmos por las deliciosas y terribles luminiscencias de los dioses del Universo.
No imaginas como con tu sola sonrisa destruyes Universos estelares que rondan mis travesías aullantes.
No imaginas como con el más leve brillo de tus ojos es suficiente como para incinerar miles de nebulosas e iluminar la vastedad de mis una vez ennegrecidos cielos.
No imaginas como con la menor y más trémula de tus ideas, provocas la muerte definitiva y concepciones infinitas de mundos de prodigios ilimitables...
No imaginas como me transmutas en una parte de tu inmortal espíritu, en uno solo de esos fragmentos de tiempo en que tus labios me capturan y me hacen su presa.
Coronándome con doradas guirnaldas del Árbol empíreo.
Trayendo incandescencia al corazón de mi sol Oscuro y Eterno.
Pour vous et seulement pour vous, ma princesse de la terre promise.
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