
Lunes: Me dicen que tengo ojeras... Es no es común en mi. YO NUNCA TENGO OJERAS!
Voy al espejo, y efectivamente una bolsa se había formado bajo mi ojo izquierdo.
- Debe de ser algo de alergia -. Dijo mi novia.
Me tomé un antialérgico y Fui hacia mis labores.
El día estuvo bastante bueno. Buena comida, escritura y ocio, lejos de las lacras de mi actividad laboral. "De esas lacras que creen tener poder solo por que poseen un cargo de medio pelo". Solo me lleno de consuelo en saber que cuando me titule. Esas lacras seguirán siendo lacras. Y yo estaré a mundos por encima de ellos.
Martes: El cansancio era supremo en la mañana, no tenía ganas de ir al gimnasio ni de nada.
La alarma me despertó como diez veces, y las diez veces dormí. No hubo energía ni de estudiar ni de nada. El ojo comenzó a doler. Y ardía levemente.
Durante el día fui hostigado por las lacras. Ansiaba golpearlos, tomar un teclado y reventárselos en sus cabezas vacías.
Hoy no hubo almuerzo, ni comida a llevar. Eso es lo que odio de mi familia, son desorganizados, nunca hay nada, todo se compra y prepara a ultima hora... y esa hora no la alcancé a ver antes de salir. No saben como lucho por evadir ese Karma.
El Ojo comienza a palpitar, siento como si se me fuese a salir.
Miércoles: Me he ganado el Premio mayor del Kino. Soy asquerosamente millonario, pero es un secreto. Disimulo que nada ha pasado, y planeo como ir a cobrar pronto el premio.
Voy al Gimnasio, levanto miles de kilos. El Ojo palpita mas y mas, su dolor es intolerable. Pero la excitación de mis músculos bajo la presión del exhaustivo ejercicio lo mantiene al margen.
El día fue una mierda... quizá para el mundo. Para mi fue fabuloso, las preocupaciones por dinero, y todo eso no me alcanzaban. Estaba lleno de energía, Debía estudiar a mares... Eso no me importó, lo hice feliz. Puse una bolsa de hielo en mi ojo y con el otro leí.
Jueves: Desperté un par de veces por el dolor. Aun que la hinchazón no ha aumentado, abarca ya gran parte del lado izquierdo de mi cabeza.
Es como si mi ojo tratase de salir, de desprenderse de mi. De divorciarse del resto de mi cuerpo para salir y ver todo el mundo que por mi mismo no he sido capaz de mostrarle. Creo que iré al medico.
Saco unos calmantes del cajón de mi hermano... Me doy un banquete de ellos. Y si, el dolor se va.
Es agradable. Es como caminar en las nubes con un suave ángel acariciando mi ojo izquierdo.
Recibo mi sueldo. Una verdadera basura, migajas, que de no ser por las re-liquidaciones del mes de Noviembre pensaría en que es un chiste.
"Gastaré solo esto, lo demás, no debo tocarlo, no aun".
Llego a casa, mi ojo palpita levemente y esta algo caliente. Pongo un poco de hielo en el y me sumerjo feliz, feliz y algo drogado en mis estudios.
Viernes: Despierto a las 3 a.m. El dolor de mi ojo es terrible. Apenas puedo incorporarme sin sentir como si miles de agujas se clavasen por mi ojo hasta traspasar mi cerebro y hacerlo picadillo.
El latido de este es frenético, mas que el de un corazón aterrado.
Trato de sujetarlo con mi mano izquierda, pero es definitivo, es como si fuese a explotar.
Busco entre mis cosas, busco mi dinero, mis zapatos y mi ropa, intento buscarla en el caos de mi habitación. Revuelvo aun más el desorden, mi cuaderno de apuntes cae. No resisto más, me precipito de rodillas al piso, frente a mi cuaderno abierto. Y mi ojo explota.
De el, una cascada de ideas cae impregnando las hojas de mi cuaderno, luego de otro. Luego de el computador...
Ahora soy aun más asquerosamente millonario. Si, Tuerto, pero ese parche negro me da un toque como de villano.
Y recuerden, soy Millonario.